miércoles, 22 de febrero de 2023

"Eres, oh España, la más hermosa de todas las tierras (...) de ti reciben luz el Oriente y el Occidente (...) eres la honra de todo el orbe"

 


Omnium terrarum, quaeque sunt ab occiduo usque ad Indos, pulcherrima es, o sacra, semperque felix principum, gentiumque mater Hispania. Jure tu nunc omnium regina provinciarum, a qua non Occasus tantum, sed etiam Oriens lumina mutuat. Tu decus, atque ornamentum orbis, illustrior portio terrae: in qua gaudet multum ac largiter floret Geticae gentis gloriosa fecunditas.

"Eres, oh España, la más hermosa de todas las tierras que se extienden del Occidente a la India; tierra bendita y siempre feliz en tus príncipes, madre de muchos pueblos. Eres con pleno derecho la reina de todas las provincias, pues de ti reciben luz el Oriente y el Occidente. Tú, honra y prez de todo el Orbe; tú, la porción más ilustre del globo. En tu suelo campea alegre y florece con exuberancia la fecundidad gloriosa del pueblo godo".

San Isidoro de Sevilla, fragmento de "De Laude Spaniae".

sábado, 11 de febrero de 2023

Apache Gerónimo, integrante del Imperio Español hasta la llegada de los genocidas anglo-americanos

 


Entre las historias de España que no se enseñan está la del tercio sur de EE.UU. que fue suyo casi siempre en pacífica convivencia con los indios, al contrario que la violenta conquista posterior anglosajona. Gerónimo hablaba español y que conozca siquiera aproximadamente la verdadera historia de este apache y los bendokes, su tribu; de Cochise y los chiricaguas, de Mangas Coloradas, Victorio, Pósito Moragas, Irigoyen, Ponce… Todos ellos jefes indios en las guerras apaches contra Estados Unidos, uno de los conflictos más sangrientos en la historia de este país en su conquista del Oeste. Aunque en realidad la insurrección apache había comenzado antes, tras la independencia de México. Parece que en la época virreinal no hay conflictos destacables y que los apaches vivían razonablemente integrados dentro del imperio.
 Estados Unidos fue en algún momento de su historia parte del imperio español. Estados Unidos ocupó en 1848 el 52% del territorio mexicano. Estamos hablando de más de dos millones de kilómetros cuadrados, o sea, la superficie de España multiplicada por cuatro. En esa franja aproximadamente estaba la Apachería, que es como se denomina la región en la que se asentaron los apaches cuando atravesaron las fronteras del imperio español en el siglo XVIII buscando protección frente a las feroces incursiones de los comanches. Es una pena, pero el paraíso indígena no ha existido nunca más que en los libros. El primer documento que menciona la existencia de los apaches se escribió en Taos en 1702. En 1720 llega allí una embajada apache solicitando permiso para asentarse en el territorio, permiso que es concedido por el gobernador español. Sigue un largo y difícil proceso para acomodar a los apaches en una región donde ya había otros pueblos que no sentían mucha simpatía hacia ellos (El silencio tiene un precio, E. Roca, Revista de Occidente, septiembre de 2018).
Todo esto va dicho para explicar que la puesta en escena mil veces repetida en el wéstern según la cual los blancos avanzan con sus carretas desde el oeste, por territorio inexplorado y habitado por tribus hostiles que nunca han tenido contacto con el hombre blanco, es completamente falsa, porque obvia la existencia de la verdadera realidad con la que el blanco protestante se tropezó conforme ocupaba la mayor parte de los territorios: un mundo hispano mestizó donde había pueblos y se hablaba español, entre otras lenguas. Más o menos lo mismo que había en Arizpe (hoy, en el Estado mexicano de Sonora), donde Gerónimo nació el 1 de junio de 1821. La localidad fue fundada por el jesuita Jerónimo del Canal, por eso el nombre era frecuente entre los bendokes. Estaban bautizados Gerónimo y sus padres, y se conservan las partidas de bautismo recientemente descubiertas (Apaches. Fantasmas de Sierra Madre, M. Rojas, 2008). Eran sedentarios y productivos, es decir, no se dedicaban a las correrías de predatorias. Eso vino después, cuando entre las autoridades mexicanas y las estadounidenses no les dejaron otra opción para sobrevivir.
Puede parecer una exageración considerar que el wéstern forma parte de la leyenda negra, pero con ella comparte dos características esenciales. Primeramente falsifica la realidad histórica por medio de la ficción literaria (cinematográfica en este caso) y la propaganda, y además oculta lo que verdaderamente sucedió operando una gigantesca maniobra de distracción. En realidad, la leyenda negra es eso: una maniobra de distracción, simplona, pero tremendamente eficaz. En este sentido el wéstern conecta con lo que está sucediendo en California, donde le quitan las estatuas a Colón y destrozan las de fray Junípero Serra, una maniobra de distracción WASP (blanco, anglosajón, protestante, por sus siglas en inglés) para tapar a los verdaderos responsables del exterminio de las poblaciones nativas, que no fueron ni Colón ni fray Junípero ni los españoles, como prueba de manera irrefutable una investigación que acaba de ser publicada en la Universidad de Yale (An American Genocide. The United States and the California Indian Catastrophe [Un genocidio americano. Los Estados Unidos y la catástrofe india de California], Benjamin Madley, 2016). El trabajo de Madley es demoledor. Los grandes hombres cuya memoria se venera y se enseña a respetar en las escuelas son los verdaderos culpables. Al día siguiente de haberse incorporado a California a la Unión, el coronel John Frémont, uno de los padres del Estado californiano (tiene calle, plazas, escuelas y hasta una ciudad a la que nadie le quitará el nombre), presentó ante el Senado de Estados Unidos 10 proyectos legales cuyo objetivo era “transferir vastas extensiones de terreno californiano indio a no indios y al nuevo Gobierno estatal” y declaró allí (y así está registrado en el correspondiente diario de sesiones): “La ley española, de manera clara y absoluta, aseguraba a los indios sedentarios derechos de propiedad sobre la tierra que ocupaban. Esto está más allá de lo que este Gobierno puede permitir en sus relaciones con nuestras tribus domésticas”
Sus antepasados rara vez habían peleado contra los españoles, con los que además de conservar sus tierras obtenían protección alrededor de las misiones y cuarteles frente a anglos y tribus norteñas más guerreras. Gerónimo es un héroe, heredero de una colonización española que llenó el territorio de misiones y escuelas, aportó conocimientos agrícolas, ganaderos, incluidos sus imprescindibles caballos, y convivió con los nativos hasta que unos y otros fueron aplastados por los anglos y sus séptimos de caballería. Fuente El País
#ContralaLeyendaNegra



viernes, 3 de febrero de 2023

Fue Inglaterra, y no España, la que exterminó con genocidio a los nativos de América




 "EL EXTERMINIO SILENCIADO"

Mucho se habla de la Conquista de España en Hispanoamérica, pero, como aquí estamos para hablar sobre lo que nadie o casi nadie habla, hoy trataremos el tema del exterminio de los pueblos americanos por parte de la cultura anglosajona. 

En Estados Unidos no se habla de genocidio cuando se trata de la cuestión india, pero tal concepto resuena ante la evidencia : los nativos norteamericanos fueron sistemáticamente sometidos, recluidos o masacrados.

Cuatro efigies colosales talladas en una gigantesca mole de granito en el monte Rushmore. Uno de los monumentos más visitados de los Estados Unidos, donde miles de estadounidenses rinden tributo y homenaje cada año a la memoria de los arquitectos de la democracia más longeva del mundo.

Tallados en 1941, los rostros de los cuatro hombres clave de los primeros 150 años de historia de los Estados Unidos divisan en el horizonte los límites de la reserva india de Pine Ridge, habitada por sioux de la tribu oglala, descendientes de Nube Roja y de la primera generación de desplazados, que en la década de los 70 del siglo XIX claudicó a la presión del gobierno estadounidense abandonando sus tierras ancestrales. 

Pero los oglala de Nube Roja no sólo se vieron empujados a una migración indeseable, privados de su tierra y de su dignidad como pueblo.

 También tuvieron que asistir estupefactos al sacrilegio perpetrado por los insaciables buscadores de oro en las Black Hills, tierra sagrada para los sioux, los cheyennes y demás tribus nativas del noroeste. Los colosos del monte Rushmore se yerguen, en efecto, majestuosos en una pared de estas colinas donde late el corazón, roto en mil pedazos, de su cultura, de su trágica historia y de su magullado legado espiritual. Enésima afrenta del gobierno estadounidense a las tribus nativas americanas.

Pero más allá de esta afrenta, los problemas de Pine Ridge, como los de las otras reservas, son los altos índices de pobreza, tasas de desempleo que oscilan entre el 80 y 90 %, violencia endémica, alcoholismo generalizado, cifras de suicidios que doblan la media nacional del país, agua de pésima calidad, mala atención sanitaria... 

Un pedazo de Tercer Mundo, en una isla de miseria en el seno de la primera economía del planeta. Un panorama desolador que pone de relieve un problema incontestable : el estrepitoso fracaso del sistema de reservas como vehículo de respuesta al llamado "problema indio". Si bien la institucionalización del modelo data de la década de los 60 del siglo XIX, el asunto viene de más lejos.

ESPAÑA se Mestizó.

INGLATERRA Exterminó y borró de América, a casi toda la población nativa.

Por Vanguardia Aprista.